Conversaciones metamodernas a favor de la salud mental

La forma de comunicarnos en línea cambia constantemente. Las palabras que utilizamos, los temas de actualidad que debatimos y las comunidades que creamos con otros usuarios conforman nuestra experiencia en Internet. Pero la forma en que los usuarios hablan de sí mismos y de sus dificultades está cambiando, y mucho.

Con una gran cada vez mayor concienciación sobre la salud mental, queremos ir más allá de lo que se dice sobre el tema y analizar cómo se debate en las redes sociales. ¿Los contenidos que abordan temas más delicados necesitan siempre expresarse en un tono serio para que llegue el mensaje?

‍La naturaleza ‘siempre activa’ de las redes sociales ha dado lugar a una mayor apertura en lo que decidimos compartir en línea. Lo que antes era un lugar para mostrar lo más destacado de nuestra vida, ahora es un espacio en el que nos sentimos más cómodos siendo transparentes. Esto empezó con tendencias como ‘Instagram vs Reality’, que exponía momentos que normalmente no elegiríamos compartir en las redes sociales. Pero el verdadero cambio llegó con TikTok, una plataforma que celebra el contenido crudo y real, donde la gente puede construir comunidades a través de momentos reales y sin filtrar.

Este cambio de actitud ha sido impulsado por el público más joven, que ha crecido con las redes sociales y se siente intrínsecamente más cómodo abriéndose en línea, dando pie a conversaciones que parecen demasiado difíciles de mantener en persona, pero que se comparten fácilmente en TikTok con miles de desconocidos.

Pero esto no quiere decir que la comunicación cara a cara haya muerto. TikTok es un catalizador que a menudo influye en las conversaciones que se dan en persona. Piensa en cuántas veces al día oímos «El otro día vi una cosa en TikTok...» que luego desata un debate entre amigos.

‍TikTok no sólo influye en lo que hablamos entre nosotros, sino también en cómo lo decimos, sobre todo cuando se trata de temas más serios. El público está abrazando el metamodernismo y se siente más cómodo a la hora de hablar de las luchas que antes no hacía por miedo a lo que pensaran los demás.

En pocas palabras, el metamodernismo es ver el mundo en términos de «ambas cosas a la vez», en lugar de «una cosa o la otra». Mezcla las grandes ideas del modernismo con el escepticismo del posmodernismo. Es Deadpool, una película de superhéroes que hace un guiño a su propia cursilería. Es Fleabag, un drama-comedia sobre el dolor. Se trata de aceptar las complejidades y encontrar el humor en situaciones serias.

Este enfoque de los temas más sensibles resuena sobre todo entre el público más joven y se amplifica en TikTok. Aquellos pertenecientes a la Generación Z, maestros en el uso del humor como mecanismo de supervivencia, hablan abiertamente de sus dificultades con humor y autocrítica. Acuñando frases como «Menty B» y «Stressy Depressy» para referirse a los problemas de salud mental, «Cozzie Livs» para enfatizar las dificultades financieras y creando sketches «POV» en torno a las conversaciones con sus terapeutas, la Generación Z está abrazando la metamodernidad, destacando temas importantes de una manera accesible, relacionable y entretenida.

Quizás el ejemplo reciente más conocido de metamodernismo sea la película Barbie. A través de la ironía y el humor, la película puso en relieve el trato que reciben las mujeres en la sociedad. Este enfoque metamoderno para tratar temas delicados ha demostrado ser una forma eficaz de iniciar una conversación con el público, pues la película Barbie entretenía a la vez que lanzaba un mensaje poderoso que invitaba a la reflexión.

Maltesers es otro ejemplo destacado de marca que utiliza un enfoque metamoderno para romper estigmas en torno a temas tabú. Utilizando el humor negro para poner de relieve las dificultades a las que se enfrentan las madres recientes, pero de las que no siempre hablan, la campaña de Maltesers pretendía romper el silencio en torno a la salud mental materna. Uno de los anuncios muestra a una recién parida harta de que su suegra siga rondando por casa y, al darse cuenta de que ha dejado escapar la leche, decide preparar una taza de té «especial» para su invitada. Al encontrar el lado positivo de estas complejas situaciones, Maltesers anima a las madres primerizas a empezar a hablar.

Puede resultar difícil para las marcas aterrizar un tono metamoderno con impacto y sinceridad en las redes sociales. Para participar con autenticidad en conversaciones más serias, necesitan escuchar y comprender realmente a su audiencia. Qué les preocupa, a qué dificultades se enfrentan y cómo las debaten en plataformas como TikTok.

‍Los creadores no sólo saben qué conversaciones se están produciendo, sino que a menudo son ellos quienes las dirigen, hablando de una forma que es propia tanto de la plataforma como de su comunidad. Además, el público es mucho más abierto con los creadores que con las marcas, debido al nivel de confianza que se genera con el tiempo, algo imprescindible para hablar de temas más serios. Asociarse con un creador o microinfluencer que tenga una audiencia muy comprometida y confiada y un tono de voz que se incline hacia el metamodernismo es una forma segura de aterrizar de forma relevante este estilo de comunicación y de unirse a la conversación de forma sincera.

Esta forma de comunicación ofrece la oportunidad de conectar con la audiencia a un nivel más profundo, pero las marcas que no se hayan tomado el tiempo necesario para entender a su público objetivo u observar cómo habla en Internet, no lograrán tocar la fibra sensible y caerán en la trampa de la falta de autenticidad con mensajes genéricos, que parecerán interesados y fuera de lugar.

Cuando es difícil conseguir un tono metamoderno desde la propia marca, los creadores tienen la llave mágica para desbloquear la relevancia y la autenticidad, ofreciendo mensajes impactantes que se sientan reales y cercanos a sus audiencias.